lunes, junio 26, 2006

II FREESTYLE INTERNACIONAL DE ALICANTE

Motores rugiendo a más de 12.000 vueltas, la Plaza de Toros de Alicante llena hasta la bandera, seis virtuosos del freestyle preparados para hacer rugir con sus acrobacias a los asistentes al evento, todo estaba preparado para el mayor espectáculo sobre dos ruedas en la provincia. El pasado 10 de junio se celebró el II Freestyle Internacional de Alicante, un acontecimiento que, según sus organzadores "debe asentarse en nuestra ciudad para que llegue a incluirse en el circuito nacional de freestyle".

Para los que aún no lo sepan, el Freestyle es una modalidad que deriva del motocross y en la que los pilotos deben saltar por una rampa para realizar saltos y piruetas espectaculares en el aire. Deben saltar desde la rampa hasta un gran montículo de arena situado en centro de la pista que les sirve para aterrizar. Es una de las modalidades de motociclismo más increíbles y arriesgadas que se pueden ver hoy en día y varios de los mejores pilotos del momento vinieron a Alicante para demostrar a los alicantinos de lo que son capaces a lomos de sus monturas de dos ruedas. Sydney de Andrés, José Miralles (el loko), Nico Ortuño (el murciano marciano) y, por supuesto, nuestro mejor y más carismático piloto, el extraterrestre Edgar Torronteras.

Además de Eigo Sato, el piloto japonés que puso la nota exótica a la competición y Daniel Noria, que sustituyó en el último momento al americano Andy Jones. Una lástima ya que Jones es uno de los tres únicos pilotos en el mundo capaz de hacer un 360, un espectacular salto que consiste en girar sobre si mismo en el aire 360º para volver a caer recto. Algo que se ha visto muy poco en Europa y que los alicantinos no pudimos disfrutar por una indisposición del piloto (una fuente muy fiable que no puedo desvelar me comentó que esa indisposición se debía a que Jones había descubierto los placeres de las juegas en el Puerto de Alicante).

En fin, no nos lamentemos de lo que pudo ser y no fue y pasemos a hablar de lo que sí fue. Con una plaza de toros llena a rebosar, los pilotos invitados hicieron vibrar con cada salto a las cerca de 10.000 personas que abarrotaron el recinto, por cierto, todo un éxito de asistencia. Escucha lo que opinaba Sydney de Andrés del público asistente…

[Sydney de Andrés]

A las 10 de la noche, se hizo la presentación de los pilotos al más puro estilo NBA, es decir, con luces y música por todo lo alto, una presentación de altos vuelos, nunca mejor dicho. Después, se realizó una primera ronda de saltos y, pasadas las once, llegó la hora de la verdad, la hora de la segunda ronda, donde los pilotos ya se jugaban el pase a la gran final y eso se notó en la calidad de los saltos: tsunamis, es decir, hacer una especie de pino puente sobre la moto en el aire, backflips combinados con otros saltos, un backflip es una voltereta hacia atrás, una especie de mortal hacia atrás, un salto muy plástico y arriesgado. También realizaron otra serie de combinaciones como soltarse de la moto y volver a cogerla en el aire, pasar las piernas por delante del manillar y toda clase de piruetas que a uno se le puedan ocurrir.

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo es el ambiente de un Freestyle desde dentro, es decir, en vivo y en directo? Pues para los que nunca lo han vivido, ahí va como suena un salto de Torronteras, música y gente incluidos…

[Ambiente Plaza de Toros]

Pero para hacer estos saltos no os creáis que sobra con estar un poco loco (o un mucho, según se mire), también hay que entrenar muchas horas al día. El Loko Miralles me contaba que suele quedar para entrenar con Torronteras y De Andrés porque viven cerca, en Barcelona, y son muy amigos. Edgar Torronteras tiene en su casa una especie de Dineylandia del Freestyle, con un circuito de motocross, unas cuantas rampas y una piscina. Para qué sirve la piscina, pues muy sencillo: la llenan de gomaespuma y se ponen a practicar saltos cayendo sobre ella, luego los suben con una grúa y otra vez a empezar. Han llegado a hacer más de 500 saltos en un día, ahí es nada.

[José Miralles]

Volviendo al Freestyle de Alicante, tras la segunda ronda, los jueces escogieron a los tres mejores pilotos para la gran final: Eigo Sato, José Miralles y, como no, Edgar Torronteras. Cinco saltos cada uno para demostrar lo que valen y, sobre todo, conquistar al público porque el ganador se iba a decidir con los aplausos de los asistentes. Cada pirueta, cada maniobra, era aclamada por las casi 10.000 gargantas que acudieron y los pilotos, además de saltar, demostraron que también saben calentar el ambiente. Tras cada salto, se bajaban de la moto y animaban como sólo ellos saben hacerlo: Edgar con sus bailecitos al más puro estilo de los jugadores de fútbol americano cuando hacen un touch down, Miralles haciendo rugir su moto como sólo él sabe hacerlo y Sato animando sin parar al público.

Al final, los aplausos de la gente hicieron que Edgar Torronteras se convirtiera en el nuevo campeón del Freestyle Internacional de Alicante, sustituyendo a André Villa, el campeón del pasado año. Así de contento se mostraba Edgar después de vencer ayer, aunque estaba más contento por cómo había respondido el público que por la victoria.

[Edgar Torronteras]

Por si todo este espectáculo de motor no era suficiente para la gente que asistió, en los descansos entre ronda y ronda, se hacían exhibiciones de Freestyle de BMX y también dos auténticos colgados, Richard y Aceituno, se dedicaban a animar al público con dos minimotos de cross que apenas levantaban medio metro del suelo. Con esas pequeñas motos imitaban a los pilotos participantes con saltos realmente arriesgados y piruetas increíbles. Eso sí, tuvieron un pequeño percance cuando intentaron hacer un backflip subidos los dos en una minimoto. Pero estos tíos, a parte de ser unos locos, también son de goma porque después de un tortazo que a muchos nos costaría un par de días en cama, ellos se levantaban como si nada, cojeando un poquito, pero sin mayor problema.

Finalmente, entrega de premios y trofeos para los ganadores y para cerrar la velada a lo grande, todos los pilotos saltando seguidos uno detrás de otro. Es decir, que como postre a toda la noche, para dejar un buen sabor de boca al público asistente, tres tandas de saltos donde los pilotos mostraron, de nuevo, sus mejores trucos arriesgando al máximo. Esto no es un deporte cualquiera, ni siquiera una competición de motor, esto es espectáculo en estado puro, un auténtico show para disfrutar de las motos. Inolvidable. Aconsejo a todo el mundo que el próximo año no se lo pierdan: Motos y adrenalina en un solo evento.

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