Este fin de semana continuamos con el entrenamiento de cara a hacer el Camino de Santiago en agosto. Y como no, la Yeka se apuntó a la fiesta y se vino con mi novia y conmigo a las
Salinas de Torrevieja.Se trata de una zona desconocida para muchos alicantinos y que en esta época del año, con las constantes lluvias, se convierte en un verdadero paraíso para la práctica del senderismo y MTB.
La ruta total que hicimos ronda los 15 km (tampoco podemos meterle mucha caña a la perrita que está empezando su entrenamiento). El nivel es bastante sencillo, apto para todas las personas y, en este caso, decidimos bordear la laguna de la Mata, la de Torrevieja la dejamos para otro día.
Nada más llegar a la Torrelamata, sentido desde Santa Pola a Torrevieja, vemos el cartel del Parque Natural de las Salinas. Entramos por esa carretera y nos encontramos con el centro de información del parque. Es un buen lugar para aparcar y comenzar la ruta.
Desde allí seguimos por una carreterita con carril bici un par de kilómetros hasta casi el cementerio y vemos los caminos habilitados para la ruta con información de posibles itinerarios (distancias, niveles de dificultad,...).
Seguimos el camino hasta pasar una pinada con mesas para merendar y enseguida vemos la laguna de la Mata.

A partir de este punto las posibilidades se multiplican, y es que existen cientos de sendas, caminos y pistas para seguir. En nuestro caso, bordeamos la laguna hasta llegar al primer punto de avistamiento de aves.
Bastante curiosa la pasarela que se mete hasta el agua para ver la fauna bien escondido. Pero como veréis en la foto, las cañas de mimbre se han doblado por el temporal de los últimos días y hay que hacer la última parte a gatas si quieres llegar hasta la caseta del final.

Una muestra de que esta zona está habilitada para todos los niveles es esta foto. El sitio estaba lleno de extranjeros jubilados que saben disfrutar de su pensión como Dios manda...

Yekita, como podéis ver, se lo pasaba en grande olisqueando todo de aquí para allá sin parar ni un segundo. Eso sí, cuando parábamos tenía una sed que se bebía toda nuestra agua... Pero la tía aguantaba como una campeona sin quejarse, y eso que sólo tiene 7 mesesitos (aunque todavía es pronto para exigirle mucho).

Como os decía, la vegetación con estos días de lluvia se ve toda mucho más verde. Por momentos parecía que estuviéramos mucho más al norte. Algunas estampas me recordaban más a Alcoy que a Torrevieja.
Y como una imagen vale más que mil palabras...

Un poco más adelante, otro mirador para ver la fauna y un buen sitio para descansar un ratito. Además, la islita del fondo le daba un toque curioso a la zona.

Ya casi al final del camino, llegando al otro lado de la laguna nos encontramos con esta torre para divisar la fauna autóctona. Paradita, descansito y pequeña sesión de fotos, con Yeka como modelo principal.



Luego ya de vuelta, bordeando el parque por la zona pegada a los bungalows y parada a comer en el merendero del que os hablaba al principio. PD: la torre del fondo no es la misma que la de antes, no os penséis que somos tan vagos como para avanzar sólo 500 metros y parar a comer (hicimos por lo menos 600, jejejeje).


Después de comer, visitita a otro mirador cercano y de vuelta para el coche.


Cuando llegamos al coche, Yeka estaba tan cansada que se tumbó y no se movió hasta que recogimos para irnos. Como mucho, abría el ojillo y nos miraba, pero levantarse, ni de coña!!


Pues eso, una zona espectacular para practicar MTB con zonas para todos los niveles, aunque también algunas bastante técnicas y algunos saltitos para los que nos gustan las emociones algo más fuertes.
Un sitio muy recomendable tanto para pasar el día en familia, como para ir con los amigotes a hacer un poco el "burro".