Adrián Bonastre, con tan sólo 19 años, ya ha despuntado en el Campeonato de España de Velocidad, quedando subcampeón en su segunda participación. Lo de este chico viene de familia, y es que su padre le llevaba a los circuitos ya de muy pequeñito. Ahora, afronta una nueva temporada, la tercera, en la categoría Supersport con los ojos puestos en el mundial, ya que su nuevo equipo, Yamaha Spain, le ha prometido que correrá, al menos, 5 carreras del Campeonato del Mundo, la antesala de las Superbikes.
¿Cómo surge tu pasión por las dos ruedas?
A mis padres y a mi tío siempre les han atraído este mundo. De hecho, cuando tenía 4 ó 5 años, recuerdo que todos los domingos estaba la televisión puesta con las carreras y, de vez en cuando, se iban a Jerez. Así que con este panorama no es de extrañar que finalmente me fuera metiendo en el mundo de las motos hasta que decidí que me iba a dedicar a esto.
Lo tuyo viene de familia, pero ¿no pasan miedo tus padres cuando te ven correr a más de 200 km/h?
No mucho. Mi madre tal vez sí que se asustaba más, pero mi padre yo creo que incluso se alegra al verme correr. Además, tengo que agradecer que, tanto mis padres, como el resto de mis familiares y mi novia siempre están en los circuitos apoyándome, y eso se agradece muchísimo.
En tu carrera deportiva, siempre que llegas a una nueva categoría acabas despuntando el primer año. ¿A qué crees que se debe esto, cuando hay pilotos que necesitan mucho tiempo para adaptarse a los cambios?
Yo empecé con 12 años, una edad que, según los expertos, dicen que ya es algo tarde. Pero bueno, siempre he trabajado muy duro para superarme a mí mismo y le he puesto mucha ilusión a todo lo que he hecho. Creo que ese es el secreto del éxito y, por ello, considero que me adapto enseguida a los cambios. Además, como decía antes, el apoyo de mis padres ha sido fundamental en mi carrera deportiva, y eso siempre ayuda.
A lo largo de todos estos años, ¿has recibido muchos apoyos en tu carrera profesional?
La verdad es que apoyos económicos he tenido muy pocos. Y personales, tampoco es que haya tenido demasiados, aparte de mis amigos y mi familia. Hace un par de años, cuando salí de la Copa Movistar, el equipo de la Federación Valenciana me dejó tirado a falta de una semana para el Campeonato de España. Menos mal que me topé con Edu Blanch, de Barcelona, que se fijó en mí durante una carrera del territorial, y decidió apostar por mí. He estado dos años con él y ha sido el período en el que más he aprendido. Aparte de esto, más apoyo económico no he tenido durante mi carrera profesional. El deporte del motor es muy duro y, cuando consigues llegar arriba, entonces sí que se te acerca todo el mundo, pero hasta ese momento nadie se acuerda de ti.
¿Es muy caro correr un campeonato como el de Supersport?
Sí, la verdad es que es bastante caro. Si no tienes la suerte de contar con patrocinadores, te toca pagártelo todo a ti. Y correr un año en un equipo bueno te puede costar fácilmente unos 100.000 euros. Yo esas cantidades, gracias a Dios, no las he tenido que pagar nunca porque he tenido la suerte de que han contado conmigo, y también porque me lo he trabajado muchísimo. Pero la verdad, es que no sé cómo sacarán ese dinero la gente que no cuente con patrocinadores…
¿Crees que ahora los chavales tienen más fácil el poder competir que hace unos años debido a la gran cantidad de copas de promoción que existe?
Creo que sí porque hay más copas, pero, a la vez, lo tienen más complicado porque hay más gente que antes no podía correr y ahora sí. O sea, que tienen más posibilidades para acceder al mundo de las carreras, pero también hay muchas más competitividas, por lo que se lo tienen que “currar” mucho más que antes.
¿Qué objetivos te marcas en tu carrera deportiva, llegar a Moto GP?
Eso son palabras mayores. Yo, de momento, la meta que tengo es llegar al mundial de Supersport. Esta es la meta más cercana y a mí me gustar tener los pies en la tierra e ir paso a paso. Ahora bien, como meta soñada, no te puedo negar que me gustaría ser campeón del mundo de Supersport, primero, de Superbikes, después, y también de Moto GP, o de lo que sea. Todo el mundo sueña con ser campeón del mundo de Moto GP, pero yo me centro primero en mis metas más cercanas y, después, ya veremos…
¿Qué diferencias hay entre una moto de Supersport y una de calle?
Una moto de Supersport es una moto de calle de 600 centímetros cúbicos, pero modificadas para circuito. En el caso del campeonato de España, no están demasiado modificadas porque la reglamentación no lo permite para que todo el mundo tenga, más o menos, la misma moto. Sin embargo, en el campeonato del mundo, ahí sí que se permite que se modifiquen todo lo que se quiera sin restricciones y, en algunos casos, nada tienen que ver estas motos con las de carretera después de pasar por las manos de un buen mecánico.
Ya por último, ¿quién es el piloto profesional en el que más te fijas, el que te sirve como referente?
Dani Pedrosa. Desde siempre me ha alucinado, no por lo rápido que vaya, que va muy rápido, sino por la forma de plantear las carreras, las estrategias de carrera y lo fino que pilota. Una de las principales bazas para pilotar bien una moto es ser muy inteligente y calculador y saber pensar encima de la moto, que a veces no es tan fácil. La gente piensa que los que corremos estamos un poco locos, pero yo te digo que para dedicarse a esto no hay que estar loco, sino pensar mucho y usar mucho la cabeza. Un piloto loco nunca llegará a nada. Sin embargo, un piloto con cabeza llegará lejos, como Dani Pedrosa.
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