Esta semana Santa hemos aprovechado para hacer una escapadita por el norte de la provincia. Y qué mejor que en la privilegiada zona de la Sierra Mariola para desconectar por unos días del mundanal ruido con los amiguetes. Eso sí, si no nos congelábamos antes...
El primero de los cinco días lo pasamos con mi cuñao y la novia (ahora ya esposa. Felicidades!!!). Aquí estábamos tan contentos después de montar las tiendas. Pobrecitos de nosotros, no sabíamos que hacían 20 grados por el día y -1 por la noche!!!
Después de montarlo todo, una buena rutita de senderismo para estirar las piernas por el GR-7 que hay en la zona.
Aquí, tras la rutita, aún no sabíamos el frío que íbamos a pasar...
Tras una noche fresquita, fresquita (las tiendas se congelaron por fuera y el agua de los perros también) nos fuimos a dar unas vueltecitas por la sierra con las bicis. Tenía ganas de probar mis nuevas ruedas, la verdad...
Y por la tarde, a ver el mercadillo medieval de Bocairent. La verdad es que siendo un pueblo con un casco urbano medieval declarado conjunto histórico-artístico me esperaba más del mercadillo. Pero bueno, al menos para comer unas buenas morcillas y unas salchichas, valió la pena.
Mucho mejor pasear por el pueblo que por el mercadillo. Aqui, posiblemente, una de las calles más estrechas de España.
Y esta curiosa iglesia con elementos arquitectónicos árabes...
El barranco donde se levantaba el pueblo tenía una pinta superguapa para haberlo recorrido en bici. Lástima que nos las dejáramos en el camping!!!
Tras la mala experiencia de la primera noche, mis cuñaos decidieron no quedarse una segunda noche (e hicieron bien la verdad...).
Pero no pasa nada porque poco después de irse, llegaron otros amigos que tomaron su lugar a la hora de coger el frío en los huesos...
Así que después de otra noche gélida, qué mejor que una barbacoa para entrar en calor!!!
Carmencita demostrando que es toda una experta con el fuego, y también a la hora de marcarse la cara como los jugadores de fútbol americano para imponer respeto...
Habéis visto que guapo estoy con mi sombrero de dandy? Es que cualquier cosa que me ponga me queda bien... jejejeje.
Y aquí ya por la tarde-noche preparando la última barbacoa del viaje. La verdad es que esa noche fue la que más frío hizo (-3 grados!!!). Así que tuvimos que inventarnos una super-estufa para entrar en calor.
Cuando todo el mundo terminó con las brasas, salimos fuera del camping y cogimos 3 pinos (ya estaban cortados, eh) y los usamos para hacer una megafogata. Era la única forma de no morir congelados.
La gente se acercaba desde las tiendas a pedirnos si les dejábamos calentarse con el fuego. Y es que la fogata era de casi 2 metros!!! Lástima que no haya documentos gráficos del momento...
Pues eso. Sierra Mariola, un paraíso para la acampada, la MTB y el senderismo, hasta para el turismo cultural. Pero si no vais en verano, acordaros de abrigaros como Dios manda.
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